lunes, 4 de febrero de 2013

El CMA pide que se reconozca los derechos del pueblo tuareg



El Congreso Mundial Amazigh (CMA), un movimiento que agrupa y coordina a una parte de la organizaciones berberistas en el norte de África, en una carta dirigida al presidente François Hollande, aplaude la intervención francesa en el norte de Mali, porque se fijó como objetivo “combatir al terrorismo islamista y la delincuencia”. Sin embargo, el CMA lamenta que Francia haya sido pasiva durante decenios ante los desmanes de los mismos grupos terroristas que ahora combate en el norte de Mali, “que cometieron secuestros, crímenes y se dedicaron al narcotráfico, con la complicidad de ciertas autoridades malienses”. El movimiento amazigh recuerda a Hollande que “los tuaregs llamaron en vano, a principios de los años 2000, a Francia y a la comunidad internacional para que les ayudaran a eliminar a los grupos mafiosos”. El CMA dice al presidente francés que París utiliza dos varas de medir en su política internacional. Abundando en la misma línea, el CMA también recuerda a Hollande que el “Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (MNLA) siempre ha combatido a los integristas islamistas armados (las últimas batallas del MNLA fueron  contra los grupos de Al Qaeda y del MUYAO y tienen como fecha noviembre y diciembre de 2012 en Gao y Menaka) en la medida en que este movimiento dispone de varios miles de combatientes  voluntarios, bien formados y que conocen perfectamente el terreno, porque han nacido y se han criado allí”. Por ello, el CMA le pregunta al presidente galo por qué motivos “Francia ignora la oferta” de diálogo planteada por el MNLA. El movimiento amazigh critica a París porque “apoya solamente al gobierno maliense, aunque sea ilegítimo, excluyendo al MNLA cuyo objetivo es conforme al derecho internacional en lo relativo a la autodeterminación”. Asimismo, el CMA pide a Francia que “clarifique su posición  y sus objetivos” en Mali, porque “el conflicto que opone al MNLA con el gobierno maliense  es un conflicto interno que tiene que solucionarse entre las dos partes  implicadas, y con la participación de un mediador neutral y con credibilidad”.
Mali se opone a cualquier tipo de entendimiento y resolución del conflicto azawadí.
Firme condena

El CMA explica en la carta al presidente François Hollande que Mali tiene a un país vecino, Níger, “en casi todos los puntos idéntico y donde las poblaciones del norte de este país se han sublevado varias veces  y por las mismas razones que en el norte de Mali”. Según el movimiento berberista, el conflicto en la zona del Sahel “puede degenerar y desestabilizar al conjunto de una subregión”. El CMA interpela a Hollande sobre los “crímenes” que ha cometido el Ejército maliense en el norte de Mali desde que Francia intervino militarmente en esta región. Cita a varias organizaciones de derechos humanos internacionales que han hecho esta denuncia y le pide al presidente francés que “condene firmemente” estas violaciones cuyas principales víctimas son los tuaregs y los moros. El CMA espera del jefe del Estado galo que actúe como “un demócrata y a favor de la justicia, de los derechos y de los intereses de África y de sus pueblos, sin discriminación”. La carta ha recibido el apoyo de diversos colectivos, como la Organización Diáspora Tuareg en Europa (ODTE), la Asociación Temoust, la Asociación Corso-Bereber, la Asociación Cultural Amazigh, Tamaynut-Francia y Acción Cultural Amazigh-Laica.

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